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Foto del escritorSisu Nue

El mundo de los sueños - III Parte

Y tal como lo pensé, no me ha llamado. Al cabo de unos días, los dolores de cabeza por fin cesaron, las hemorragias nasales se prolongaron una semana, luego desaparecieron y me fui sintiendo mejor con el paso de los días.

Hace 3 años fue la última vez que estuve en aquel lugar. Me pregunto si él pensara en mí como lo hago yo. La forma en la que sus manos recorrieron mi cuerpo, aún lo puedo sentir, aunque los recuerdos se van haciendo cada vez más borrosos y las imágenes vívidas de antes, se han ido desvaneciendo.

Tengo muchas preguntas que hacerle, pero no tengo como contactarlo, no sé quién es o como se llama, mucho menos conozco su ubicación en el mundo… sé que no me llama porque es peligroso para mí, pero tengo tantas ganas de verlo… incluso tuve una idea que podría funcionar para encontrarnos, pero no sabré si funcionará hasta que nos encontremos, así que, por favor, ya ha pasado demasiado tiempo…

Estoy tan cansada de esperar por algo que no sé si pasará, tal vez solo debería olvidarlo y seguir con mi vida como si no hubiera pasado, solo dejarlo ir. ¿Debería hacer eso?, ¿Podría?, tal vez él ya hizo lo mismo y yo soy la única tonta que lo espera. Cómo saber qué es lo que piensa alguien que solo he visto dos veces, ¿y si de verdad solo fue un sueño…?

¡Ah! solo voy a dormir ya, estoy muy confundida ahora, aunque desde que tuve esa loca idea, he dormido con esto en mis manos, lo haré hoy también solo por si acaso, al menos por esta última vez…

- Despierta

Abro los ojos lentamente, estoy acostada en aquel sofá y me siento algo soñolienta. Cuando termino de abrir los ojos lo veo a mi lado. ¡Es el! Está sentado en la arena mientras acaricia mi cara. Él sonríe, aunque puedo ver que también está preocupado. Yo no puedo contenerme y me levanto de golpe e inmediatamente rodeo su cuello con mis brazos. Lo abrazo lo más fuerte que puedo, ha pasado tanto tiempo…

- ¡Eres tú! Estoy tan feliz, te extrañé tanto. Si que te tomaste tu tiempo esta vez.

- Sí, lo siento. En realidad, no debí volverte a llamar, pero también te extrañaba mucho. ¿Cómo está tu cuerpo?

- Está bien ahora.

- ¿Estuviste muy mal la última vez?

- No mucho.

- No te creo.

- Está bien, puedo soportarlo con tal de venir.

Tomo su cara con mis manos y lo miro de cerca, necesito recargarme de nuevas imágenes, ha pasado tanto tiempo que algunas cosas se han vuelto borrosas en mi mente, necesito mirarlo mucho esta vez.

- El color de tus ojos es muy hermoso.

- Eres muy amable, gracias.

- Es la primera vez que logro distinguirlo.

- Eso es porque esta vez está más claro, mira hacia allá.

- ¡La luna! Es preciosa, ¿lo hiciste tú?

- Yo controlo todo lo que hay en este lugar. La última vez dijiste que te gustaba la luna, así que la puse ahí para ti.

- Después de todo este tiempo, lo recordaste. Gracias.

- Tengo algo que decirte.

Él mira hacia otra parte mientras lo dice, no me mira a la cara. Por su reacción imagino que no debe ser algo bueno. Siento una punzada en el pecho y ni siquiera ha dicho nada…

- Esta es la última vez que puedes venir aquí. Después de hoy no te llamare más, estoy tomando un riesgo muy alto en llamarte hoy pero no quería solo dejarlo así, sin embargo, tu cuerpo no soportará una cuarta vez, así que ya no será posible vernos. Lamento mucho que tenga que ser así, yo intente todo durante estos tres años, pero no hubo nada que funcionara... no pude hacer nada. Lo siento mucho…

- Ya veo. No te disculpes. Si esta es la última vez que puedo estar aquí contigo, entonces solo deberíamos llevarnos hermosos recuerdos ¿no crees?

- Si, tienes razón.

El me abraza fuerte, después acerca su cara a la mía y me mira fijamente a los ojos. Sus ojos son tan hermosos, ¿de verdad no podré volver a verlos nunca? Se ve triste. Yo me siento igual, no venir a este lugar otra vez… no estar con él nunca más…

Un beso profundo y apasionado me saca de mis pensamientos, yo lo abrazo y le devuelvo el beso con la misma fuerza. Sus manos recorren mi cuerpo, yo intento notar cada una de las sensaciones, grabarlas en todo mi ser para no olvidarlas nunca. Sus besos, su olor, todo esto que me hace sentir. Esta tranquilidad cuando estoy con él, esta paz que me genera su compañía, no quiero olvidar nada…

Hay tantas cosas que quisiera decirle, tantos momentos que habría querido vivir con él. Si tan solo tuviéramos más tiempo... Esta situación desde el principio ha estado fuera de toda lógica, pero a mi corazón de verdad no le interesa una explicación, mi corazón solo quiere tener a esta persona a su lado sin importar que tanto encaje todo esto en mi mente.

Una vez que toda la euforia ha pasado, solo queda la tristeza en ambos al saber que la hora de despedirse está cerca. ¿De verdad no hay nada que se pueda hacer? Todo comenzó de repente y va a terminar de la misma manera…

- Eres tan linda, quisiera poder mirarte por mucho tiempo más. Hay tantas cosas sobre ti que me habría gustado preguntar, pero… ha llegado el momento, debes irte.

- Sí

El me mira y luego me abraza fuerte mientras que todo comienza a desvanecerse, y entonces lo recuerdo, el papel que sostuve mientras me fui a dormir. Antes cuando aún estaba soñolienta noté que había logrado traerlo conmigo y lo puse en mi bolsillo. Me apresuro a sacarlo antes de que todo desaparezca por completo y rápidamente tomo su mano.

- Sostén esto fuerte y llévalo al otro lado. Te esperaré.

Después de esas últimas palabras, todo se desvanece. Cuando vuelvo a abrir los ojos estoy de vuelta en mi cama. Reviso mis manos y ya no tengo nada conmigo, ¿funcionará?

Esos ojos, quisiera verlos de nuevo. Se veía tan triste, ¿cómo será su vida? Sentí en su mirada que me pedía ayuda, ¿que podría hacer yo por él? ¿Se sentirá solo? ¿tendrá a alguien en quien contar? ¿será feliz? No sé nada sobre él, realmente fue muy poco tiempo lo que duró, como es que me hizo sentir tantas cosas en tan poco tiempo…




… 7 años después

Supongo que de verdad mi idea era algo inútil, ¿Cómo podría haber funcionado algo así? Dormir todos los días durante todos esos años sosteniendo en mi mano un papel con mi nombre y dirección no era algo que realmente podía funcionar, aunque fue extraño el hecho de que pudiera llevarlo hasta el mundo de los sueños, siempre me lo pregunté.

Mientras estoy divagando sobre cosas del pasado, se abre la puerta de mi habitación.

- Tía alguien llama a la puerta, iré a ver quién es.

- Sí, está bien.

Quien podrá ser, no estoy esperando a nadie.

- Tía Anna, esa persona quiere verte, dice que vino a buscarte desde muy lejos. Le dije que esperara, está afuera. ¿Qué debería decirle?

- ¿Cómo dices? Espera, iré a ver.

- Oye tía apresúrate, podría irse, se veía algo nervioso.

- ¿Nervioso? Será un vendedor novato tal vez.

- ¡Y el color de sus ojos es increíble! Es un hombre muy guapo, no tendrás un novio secreto ¿o sí?

- ¡Que cosas estas diciendo niña! Ve adentro.

- jaja me voy ahora.

¿Un color de ojos increíble? podría ser… no, claro que no. Han pasado tantos años que he perdido la cuenta. Aun así, mi corazón latió muy fuerte por un momento cuando ella menciono sus ojos… Tantos recuerdos, que nostálgico.

Me acerco a la entrada y abro la puerta. El hombre está de espaldas así que no puedo ver su rostro. Apenas puedo escucharlo, pero noto que está murmurando algo y también veo que mueve mucho sus manos, de verdad parece estar algo nervioso.

- Dígame en qué le puedo ayud…

- Hola, ¿te hice esperar mucho?, lo siento, no soy de la zona y la dirección no era muy clara. Me tomó algo de tiempo. – sonriendo

Ese rostro, esa sonrisa, esos ojos…

- ¡Tu!

-Fin-


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