Ha pasado un tiempo y no he podido dejar de pensar en ese sueño, no he dejado de sentir en el pecho todas las emociones de ese día. Han pasado tres meses y aunque muchas veces intenté acostarme pensando en eso con la esperanza de repetir el sueño, no fue posible. ¿Cómo iba a serlo? Por supuesto que es inútil intentarlo… Todo se sintió tan real, todo en ese lugar era tan hermoso y él… quisiera que fuese real.
Se que soy una tonta por desear algo como eso, por supuesto que mi parte racional lo sabe, pero la otra parte de mí, la parte soñadora e ingenua que hay en mí, sigue anhelando con todas sus fuerzas verlo otra vez. Esos sentimientos en mi pecho se van debilitando con el paso del tiempo y sé que poco a poco se van a convertir en un recuerdo y que el sentimiento como tal va a desaparecer; es un poco triste si lo pienso. Esta semana particularmente, me siento muy cansada así que solamente me iré a dormir temprano.
- ¿Podrías hacer un espacio para que yo pueda sentarme también?
Abro los ojos rápidamente, puedo escuchar las olas del mar y estoy acostada en aquel sofá, sin duda es el mismo lugar de la última vez, además pude escuchar que alguien me habló, esa voz es de…
- ¡Tu!
-Ah sí, soy yo -dice sonriendo- hoy hace más frio que la última vez y me gustaría poder sentarme en ese sofá, es bastante cálido.
- ¡Claro! Perdona, me quedé dormida y ocupé todo el espacio. Ahora ya puedes sentarte también.
- Te lo agradezco. De verdad es cómodo aquí, me gusta mucho venir, pero definitivamente es mejor cuando tú también estás.
Él deja de mirarme y mira hacia lo lejos mientras dice esas últimas palabras, su mirada se ve perdida, como si tuviera muchas más cosas atascadas en su mente, como si se sintiera muy solo…
- Es un lugar muy relajante, también me gusta. Aunque sería genial si pudiéramos ver una gran luna.
El se vuelve hacia mí nuevamente, sonriendo
- ¿Te gusta la luna?
- Me siento en calma cuando la veo, me gusta mucho.
Él mira hacia el cielo de un lado a otro, como buscando algo y luego se queda mirando fijamente hacia un solo punto. Después sonríe, pero no dice nada.
- Sabes, me he estado preguntado, ¿es esto real? Es decir, no se siente del todo como un sueño.
- ¿Tu qué piensas? ¿Te gustaría si dijera que es real?
- Creo que me sentiría feliz. Yo solo estuve aquí una vez antes y aun así siento que ya amo este lugar, podría quedarme aquí por siempre, es muy hermoso.
Él me dirige una sonrisa, pero su sonrisa no llega hasta sus ojos, en sus ojos solo puedo ver aquella tristeza que vi la primera vez. Yo continúo:
-Sabes, yo intenté antes volver a venir, poder tener este sueño de nuevo, pero no pude hacerlo. Realmente quería venir y también quería… quería verte.
El me mira asombrado y yo siento como el rubor sube por mis mejillas, ¿Qué cosas estoy diciendo? es una suerte que esté oscuro y no sea capaz de notarlo. Su mirada cambia repentinamente y su expresión se ve algo preocupada.
- No puedes venir a menos que yo te llame. Lo siento, así es como funciona…
Antes de que yo pueda decir algo, él se acerca a mi como la última vez. Pone su mano tiernamente en mi mejilla y me mira con una sonrisa a modo de disculpa. Yo lo miro fijamente y no me muevo, quiero preguntarle muchas cosas, pero esta vez no voy a huir, sea real o no, no voy a ser una cobarde y quedarme con las ganas de besarlo. Acerco mi mano a su frente y despacio aparto su cabello de su cara, bajo mi mano hacia su mejilla, su piel es muy suave, quiero seguir acariciándolo.
Él desliza lentamente su mano por mis ojos haciendo que los cierre, acto seguido me besa. Sus labios carnosos siento que me devoran, sus dedos se hunden en mi pelo, luego siento como sus manos se deslizan por mi espalda y me aprietan con fuerza acercándome más a él. Sus besos están llenos de pasión, son fuertes pero delicados a la vez. Siento como todo dentro de él se enciende, pero con mucho esfuerzo mantiene la compostura y continua despacio y con gentileza. Lo entiendo porque siento lo mismo. Ambos nos dejamos llevar por esta sensación abrasadora, a este punto es imposible detenerse y en este hermoso paisaje bajo este cielo estrellado, nos convertimos en uno.
Todas las sensaciones son las mismas que en el mundo real. Estamos en el sofá los dos, abrazándonos. Se siente como si nos conociéramos de años, siento que este lugar es a donde siempre he pertenecido.
- Sabes, ahora ya no creo que esto sea solo un sueño y me estaba preguntando, si eres tú quien debe llamarme, ¿no podrías hacerlo un poco más seguido? Pasaron algunos meses desde la última vez. La forma en la que este lugar me hace sentir y este sentimiento al estar contigo… me gusta mucho estar aquí.
- Y es igual para mí, pero es peligroso, hay un límite para el tiempo que tu cuerpo soporta el que vengas y te quedes aquí.
- ¿Qué? ¿Pero por qué?
- Ya te lo dije, así es como funciona. -Suspira y me mira algo frustrado- Siempre me lo pones difícil sabes, pero esta vez sí que ha sido todo un caos encontrarte, y de esta forma… dame un respiro, al menos una vez.
- ¿A qué te refieres? ¿Encontrarme? ¿Nosotros ya nos conocemos? De alguna forma siento como si fuera así.
El acaricia nuevamente mi pelo y me da un beso en la frente, luego de esto se levanta sin responder.
- Ya debemos irnos, estas en el límite, nos hemos quedado demasiado tiempo esta vez
- No entiendo nada, pero está bien, solo dime que me llamaras de nuevo pronto.
- Debes recuperar tu cuerpo primero, ¿notaste algo la última vez que viniste?
- mmm no mucho, aunque ahora que lo recuerdo, me dolía la cabeza, pensé que era extraño porque nunca me pasa.
Su rostro se torna serio y lleno de preocupación, luego se acerca a mí y me besa suavemente en los labios. Continúa:
- Necesitas salir de aquí ahora, este mundo es creado por mí y yo puedo permanecer aquí todo el tiempo que quiera, pero tu no. Como dije antes, hay un límite y es peligroso así que te voy a sacar ahora.
- Espera, antes dime tu nombre, dime tu dirección, te daré la mía, así podremos encontrarnos en el mundo real sin limites de tiempo.
Él sonríe como si le costara trabajo hacerlo mientras me mira con ternura. En sus ojos de nuevo se refleja mucha tristeza.
- Nuestros nombres y dirección no tienen ninguna utilidad, lo olvidaras en cuanto despiertes. Es lo mismo para mí, aunque me lo digas no seré capaz de recordarlo y no podre buscarte. De ser así estaría a tu lado en este momento… Este es el único lugar en el que puedo verte y a pesar de eso te hago daño al traerte… es suficiente, debes irte.
- Promete que nos veremos de nuevo, promete que volverás a traerme, ¡prométemelo! Por favor…
- No puedo prometer que voy a hacer algo que te haga daño, yo… lo pensare.
- ¡Espera, no!
No te vayas así, no me dejes con esta incertidumbre, con toda esta montaña de dudas, con todos estos sentimientos apretándome el pecho… pero es inútil decirlo, él ya se ha ido y yo estoy de vuelta en mi habitación. Las lágrimas corren por mis mejillas y sé que este sentimiento de pérdida se quedara conmigo por un tiempo. ¿Cuánto tiempo pasara esta vez hasta que me vuelva a llamar?, eso si es que lo hace. ¿Por qué está tan preocupado por un dolor de cabeza? Eso es fácil de soportar con tal de ir a ese lugar y estar con él, ¡que tonto!
Mi cara debe ser un desastre, mis ojos deben estar muy hinchados. Necesito lavarme, pero cuando voy al baño me sorprende lo que veo en el espejo, ¡es sangre! ¿Por qué? Me lavo la cara, limpio mis ojos y la sangre que ha salido, y entonces me doy cuenta, tengo una hemorragia nasal y no parece querer detenerse. También el dolor de cabeza es más fuerte que la última vez.
Estaba tan sumida en mi llanto y mis pensamientos que no me di cuenta. Mi cuerpo se siente algo caliente, creo que incluso tengo fiebre. ¿Por qué las cosas tienen que ser así? Ahora entiendo a lo que se refería con recuperar mi cuerpo, tenía razón, supongo que no lo veré por un buen tiempo…
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